domingo, 9 de octubre de 2011

He terminado de montar la expo, lo más difícil no ha sido trasladar las fotos montadas en madera que son preciosas y pesan tres pares, ni buscar la mejor ubicación, ni hacer las traducciones de los textos al árabe ni buscar los logos de los espónsores, ni comer, ni buscar agua, ni intentar que a mi amiga Riham no le diera un infarto en medio de una avenida, ni no enviar las invitaciones, sino lo más difícil ha sido hacer una fotocopia. No estoy muy seguro pero creo que he tardado cuatro horas en ir y volver a la copistería. Ha sido un día tan apurado que no he podido hacer ni una foto del proceso.
Ya está todo listo y mañana se abre a las ocho de la tarde. Pero ahora se me presenta otra cuestión dificilísima de resolver. Creo que mañana el portero de la residencia está de vacaciones y deja cerrado todo a cal y canto. Si no puedo salir, no podré asistir a la inauguración y tampoco podré pagar al del bar las "copitas" (en realidad pepsicolas) para los invitados.
La ventana de mi habitación tiene un árbol, creo que se puede salir destrepando. Mañana más.

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