lunes, 30 de abril de 2012

"Para la hija del conserje, la actividad sexual resultó tan natural y exenta de problemas en su vida adulta como había sido en su infancia y estuvo libre de neurosis".
Mientras que la hija del casero "experimentó el efecto de la educación y sufrió las consecuencias", rechazó el sexo con "desagrado" y se volvió neurótica.
(S. Freud).

¡Jo!
Ayer Wundt y Titchener, hoy Freud y W. James. Empiezo ya. 60 páginas suculentas y emocionantes de viaje alucinante que me gustaría hacer llevado de la mano de la Planta Madre.


Maravilloso día de primavera digno de las mejores galas.
Paseo entre las nubes, levitando sobre las montañas de merengue y los adornos de guindas de sangre fuerte. Volando a velocidad increíble y girando despacio.
  
Aterrizaré con mi hija. Ella es el Agua, el Fuego y la Tierra.
Helwan, un jardín zen y un niño.
Hoy no he podido evitar acordarme de esta imagen.


Ha sido un día especialmente bueno. Son las tres de la madrugada y ya estoy cansado, maravillosamente despierto.

sábado, 14 de abril de 2012

Me encanta, Spain sigue siendo different! El Rey le da la puntilla torera a la Mornaquía, aparte de matar también elefantes y otros bichos. Y además sale a la pata coja.
Esto es más divertido que la Revolución Francesa, la Bolchevique o la Gran Guerra.

lunes, 9 de abril de 2012

Hoy buenísimo el programa de RNE Carne Cruda, como siempre.
http://www.facebook.com/carnecrudar3


Año Mariano


http://www.youtube.com/watch?v=t1I4H3O66Xo

domingo, 8 de abril de 2012

De Júpiter a Puerta Tierra II

Seguí camino a la Tierra. Según los planes previstos en el SECAE (simulador de entrenamiento capacitador para automóviles espaciales) en la estación intermedia cambié al Módulo Naranja, como su propio color indica y tras la cuenta atrás inicié la segunda etapa del viaje. Esta etapa no fue especialmente divertida, por el camino no vi a nadie, todo el tiempo estaba flotando en el espacio, en el ambiente de gas licuado del interior del Módulo y dentro del ventrículo endodérmico, muy parecido a una bolsa del actual Mercadona. Del exterior parecían llegar sonidos filtrados por las paredes del Módulo Naranja. La alimentación era de lo más sosa puesto que se me olvidó la sal en Júpiter. Menos mal que la radio funcionaba y eso me hizo bastante más corto el viaje, aunque, hacia el mes de enero, se quedó atascada en Radio Carnaval Exterior de Cádiz de la frecuencia modulada. Eso fue lo que definitivamente me hizo decidirme por Cádiz como punto final de mi viaje interplanetario comenzado por amor y continuado por unas ganas terribles de conocer los nuevos mundos apasionantes que estaba dispuesto a vivir en La Tierra y más concretamente en Puerta Tierra, Cádiz capital.

sábado, 7 de abril de 2012

JODER!!!! Hoy sale en Cádiz una procesión con 1.500 cargadores y 22 pasos. De verdad, lo he visto en el diario. Deberían poner dos rombos en la calle, igual que hacían cuando era chico en la tele para que los niños se fueran a la cama porque salían escenas desagradables.

miércoles, 4 de abril de 2012

Por cierto, he comenzado con las prácticas de cepillarme los dientes y leer libros a la vez, según las sugerencias de mi amiga Pau. De momento resultados insatisfactorios.


He encontrado esto publicado por un compañero, Gaika Uceda. Me parece muy interesante.


Quizá la noticia no es muy moderna, pero de todos modos es muy curiosa.
Os dejo un link con la noticia original:
http://www.rifters.com/real/articles/Science_No-Brain.pdf
Un resumen en castellano:
Los descubrimientos del neurólogo británico John Lorber, publicados
en un artículo de la revista Science de 1980 titulado ¿De verdad es necesario tu
cerebro? , ponían en entredicho la idea de que el tamaño del cerebro
es el factor más importante para determinar la inteligencia humana (Lewin,
1980). Lorber estudió muchos casos de hidrocefalia o «agua en el cerebro»
y llegó a la conclusión de que aun cuando falta la mayor parte de la corteza
cerebral (la capa más superficial del cerebro), los pacientes pueden llevar
una vida normal. El escritor de la revista Science Roger Lewin citaba en su
artículo: «Hay un joven alumno de esta universidad, la Universidad de
Sheffield, que tiene un coeficiente intelectual de 126; ha conseguido una
matrícula de honor en matemáticas
y lleva una vida social completamente
normal. Sin embargo, el chico no tiene cerebro. Cuando le hicimos un
escáner cerebral vimos que en lugar de tener la capa normal de 4,5
centímetros de grosor de tejido cerebral entre los ventrículos y la
superficie de la corteza, no había más que una fina capa de manto que no
llegaría siquiera al milímetro de espesor. La mayor parte de su caja craneal
está llena de fluido cerebroespinal».
Los provocativos descubrimientos de Lorber sugieren que es necesario
reconsiderar nuestras viejas creencias sobre el funcionamiento del
cerebro.

Saludos. 

lunes, 2 de abril de 2012

No he comenzado con las prácticas de leer libros y cepillarme los dientes a la vez. Hoy puede ser un buen momento para entrenar. 
Pertenencia, comprensión, control, potenciación personal y confianza. Motivos para que mantengamos sociedades y estemos dispuestos a asumir los costes personales que supone el mantenimiento de éstas. Pero ¿si la acción consecuente motivada se ve frustrada en sus expectativas qué ocurre? 

domingo, 1 de abril de 2012

De Júpiter a Puerta Tierra I

El otro día hizo 46 años terrestres (253 mkols jupiterianos) de mi llegada. Uno de los efectos que estudiamos antes de la salida de Júpiter fue el del cambio horario y la realidad es totalmente diferente a los resultados que nos dieron los experimentos, ahora tendría que tener melena, y nada que ver. Así que he estado haciendo estudios sobre el paso del tiempo en estos años, pero han sido un desastre porque estoy exactamente igual. Mi salida de Júpiter fue por amor. En la estación intermedia vivía Dglosj. Era bellísima, todo a su alrededor era alegría, su mirada tenía la picardía justa para enamorar y la sabiduría propia de las jupiterianas de alma elevada. Cuando aterricé en la estación mi intención era que nos viniéramos los dos a pasar el resto de nuestra vida juntos en el mejor planeta del Sistema Solar, el Planeta Azul, así que aterricé con el equivalente a un ramo de rosas en las manos. La llamé pero no contestó, entonces la vi aplastada en el pasillo principal de la estación. Le había caído encima la caja con los cigüeñales de recambio. Como las piezas pesaban cinco millones de kilos, no me molesté en quitársela y me vine solo para la Tierra.





Continuará...