No me pude resistir. Ahí estaban. ¡Iban al Rocío! Esta vez me las encontré sin querer, con sus trajes mondos y lirondos, llenando de color y alegría el paso de cebras de la Cuesta de las Calesas. Eso sí, en cuanto se puso en verde el semáforo apreté el acelerador y salí por patas.
2 comentarios:
jajajaj... me parto...
que arte tienes edu
Como la famosa frase de Libertad Paloma en "El día que me casé", miedo me dan. Creo que iban a por ti. Hoy no salgas a la calle que vuelven del Rocio... Estamos contigo, tío.
Publicar un comentario