MUAK
sábado, 21 de junio de 2008
lunes, 16 de junio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
miércoles, 11 de junio de 2008
domingo, 8 de junio de 2008
Estos días de vez en cuando me viene a la cabeza la exposición 6 x 6 que hicimos en la Galería Taberna Ánima y es más que lógico porque la organizó Pau, es una simple realación de ideas: blog-Pau-6 x 6. La acababa de conocer.
Me voy a tirar en el sofá un rato, estoy cansado y luego quiero salir. Ayer volví a llegar a casa muy tarde. Bebí mucho pero no me emborraché, la prueba: en la puerta de mi casa solo había una cerradura. Ya no me emborracho casi nunca aunque beba.
viernes, 6 de junio de 2008
El Rocío
Allí se juntan más de un millón de personas atraídas por una paloma. Siempre me ha parecido un fenómeno insólito, así que este año no dejé pasar la ocasión y allá que fui.
La primera impresión que me llevé es que no estaba en El Rocío, Almonte, Huelva, sino en el Fuerte Comanche de los Clic de Famóbil, pero pronto vi el primer traje de gitana y me ubiqué. La verdad es que no parecía que hubiera más de un millón de personas pero era pronto y supongo que faltaría mucha gente por llegar ya que todavía quedaban dos días más de llamada fatal al punto de encuentro.
La mayoría de la gente se pasa todo el tiempo en grupos llamados hermandades rodeando cada uno de estos grupos un carro llamado simpecado y deambulando por La Aldea, que es como se llama El Rocío mientras están allí el millón de personas. Los simpecados mejor adornados andan tirados por unos bueyes enormes que cada vez que se paran, mean.
Se trata de una fiesta religiosa. Si te fijas lo que va dentro de los carros simpecados son figuritas de una virgen cosida a una bandera. De vez en cuando aparcan el carro simpecado en una cochera.
No llegué a entender por qué se pasaban todo el día bailando sevillanas y las mujeres se ponen enormes flores de plástico encima del pelo.
Los hombres también se visten raro y ellos sí que se parecen a los combois de los Clic de Famóbil, que fue lo que en un principio me los recordó.
La verdad es que ahora viendo la foto no tienen nada que ver con los combois.
Se trata de una fiesta eminentemente musical porque cantan mucho y hacen una música que consiste en dos compases que se repiten mil millones de veces y que tocan con una especie de flauta en una mano y se acompañan a sí mismos con la otra con un tambor enorme.
Pasé el día haciendo fotos con mi amigo Román hasta que éste se fue así que me acerqué a mi coche-comedor-dormitorio a descansar pero ya no estaba donde lo aparqué porque se lo había llevado la grúa municipal al estar aparcado en zona rociera. Menos mal que también se habían llevado del mismo lugar otros doscientosmil, así me sentí menos imbécil. Las siguientes cuatro horas las pasé yendo del cuartel de la Guardia Civil al de la Policía Local, que distaban unos cien metros, intentando denunciar al Ayuntamiento. Finalmente el sargento de la Benemérita, hasta los cojones de mí, accedió a dar curso a la denuncia.
La fiesta me costó 90 euros.
miércoles, 4 de junio de 2008
Creo que a partir de ahora las voy a poner aquí. Esto es algo nuevo y extraño.
Vivo con mi aspiradora
Es de lo más aburrida, no hace nada de compañía. De vez en cuando me la encuentro y casi siempre en el sitio que más estorba. El otro día iba con el cubo y la fregona en una mano y una bañera con la ropa limpia en la otra dispuesto a emprender una necesaria tarea doméstica cuando me la encontré detrás de la puerta de la salita, así que la invité a desplazarse con una pequeña patada. Cayó en la torre de los cds creando una gran hecatombe. Por lo menos me sirvió para ver que el 90% de la música que guardo ahí es una mierda.
Si fuera verdad eso de "dime con quien andas y te diré quien eres" me sentiría fatal, pero he de decir que no tenemos nada ver el uno con el otro, si seguimos conviviendo es por un extraño sentido de la fidelidad.
A la hora de tener que poner un título al blog (odio ponerle título a las cosas) lo primero que me vino a la cabeza fueron las "Memorias de un amnésico" de Erik Satie. Una amiga me leyó la primera página del libro, decía algo así como que la primera vez que analizó un sonido fue un si bemol y que jamás había visto cosa más repugnante. Aquello me impactó. Luego no descubrí porqué llamó así al libro, parecía que se acordaba de muchas cosas ¿se las inventaría? Aquí el amnésico tiene mucho de cronopio.
No tener apenas memoria es diverdido, se suelen vivir las cosas como si siempre fuera la primera vez que suceden, aunque en ocasiones te pone en un compromiso y quedas fatal con la gente, como cuando mantienes una conversación con alguien con quien has hablado miles de veces, pero no sabes de qué le conoces. Me suele pasar con los camareros de los bares fuera de los bares.
Pero no se me olvida todo, hay cosas absurdas que no se me olvidan y otras importantísimas que tampoco, como por ejemplo lo que tengo en la nevera.